Ana Fernández Garay
La
docente Ana Fernández Garay encabeza el grupo de trabajo que ejecuta
el proyecto de Extensión Universitaria “Nuevos caminos para la EIB: hacia el rescate de las voces ranqueles desde el libro a las nuevas tecnologías”.
Ya existe un libro con la escritura y ahora le agregarán registros
sonoros para conocer cómo es la pronunciación.
En los fundamentos
de los investigadores para la realización de esta iniciativa se
destaca que “el interés está puesto en las tecnologías de
la información y de la comunicación (TICs), a los efectos de
generar material sonoro y visual a partir de los materiales escritos
en el Curso de Ranquel, y actividades de ejercitación de naturaleza
interactiva a fin de que estos materiales audiovisuales complementen
el volumen impreso en el año 2013.
La intención del
nuevo proyecto es utilizar el soporte digital y la web para difundir
la lengua, la cultura y la historia ranquelina a todos los rincones
de La Pampa a los efectos de apoyar la tarea que realizarán los
docentes en el aula.
En el proyecto
intervienen el Departamento de Investigaciones Culturales, organismo
dependiente de la Subsecretaría de Cultura, Ministerio de Cultura y
Educación de La Pampa, Instituto de Estudios Socio-Históricos de la
Facultad de Ciencias Humanas de la UNLPam, el Consejo de Lonkos
Ranqueles.
“En
2011 se hizo un libro como manual para rescatar la lengua ranquel
pero se vio que el libro carecía de la cuestión del audio, estaba
todo escrito y cualquiera que supiera algo, podía leerlo, pero el
tema era como se pronunciaba”, dijo Ana Fernández Garay a Plan B
Noticias y el magazine televisivo “Así Somos” que se emite todas
las semanas por el canal Somos La Pampa.
“Es como con el inglés, con un libro se lo puede leer pero también hay que saber pronunciarlo. Se decidió hacer un segundo proyecto donde se pudiera grabar en audio a Daniel Cabral, uno de los últimos hablantes, para que quedara constancia de cómo se pronuncia. También nos está ayudando en este tema Marcelo Serraino, otro de los hablantes”, añadió. "Con este proyecto podemos dejar un registro para saber cómo se hablaba la lengua ranquel. En el trabajo que hacemos se incluyen ejercicios que se realizan en base a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación", dijo.
“Es como con el inglés, con un libro se lo puede leer pero también hay que saber pronunciarlo. Se decidió hacer un segundo proyecto donde se pudiera grabar en audio a Daniel Cabral, uno de los últimos hablantes, para que quedara constancia de cómo se pronuncia. También nos está ayudando en este tema Marcelo Serraino, otro de los hablantes”, añadió. "Con este proyecto podemos dejar un registro para saber cómo se hablaba la lengua ranquel. En el trabajo que hacemos se incluyen ejercicios que se realizan en base a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación", dijo.
Por último
Fernández Garay destacó la colaboración de “lingüistas,
antropólogos, historiadores, personas expertas en computación y un
grupo de estudiantes” para la concreción del proyecto de extensión
universitaria.
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